El ferrocarril y su antigua estación en Socuéllamos

Ferrocarril y vino: el eje histórico del pueblo de Socuéllamos y de La Mancha

Por más que el establishment centralista se empeñe, la Mancha es una tierra llena de historia, y de tradiciones, y con un patrimonio cultural y natural que le aportan esa singularidad. El paso de los siglos ha ido conformando una comarca con una identidad única: la manchega. Conocer la historia de los pueblos manchegos es comprender el presente y avanzar hacia un futuro mejor para sus habitantes.

Desde un pequeño archivo familiar con fotos antiguas de antepasados, hasta un libro parroquial o una pequeña referencia en la prensa de la época. Todo esto puede ser valioso para ayudar a ilustrar y conocer la historia de un pueblo.

En Socuéllamos, en pleno corazón de La Mancha, saben bien de la importancia de rescatar estos vestigios, por insignificantes que puedan parecer. Esta labor encomiable la llevan a cabo a través de la Asociación Historia de la Villa de Socuéllamos integrada por un grupo de historiadores y aficionados que en 2019 se embarca en este proyecto.

Luis Alfonso Montero, es miembro y vicesecretario de la agrupación. Su inquietud por la historia y el apego a su pueblo le llevaron a adentrarse en este proyecto para trabajar por recuperar y divulgar la historia no solo de Socuéllamos, sino también de la comarca de la Mancha. “Es necesario poner en común la historia porque a veces no hay un único camino, hay que llegar a consensos. Además, todos los pueblos tienen una historia y hay que recuperarla y ponerla en valor, ahí reside la importancia de este tipo de iniciativas”.

Luis Alfonso Montero, a la derecha, junto con más miembros de la Asociación de Historia Villa Socuéllamos
Luis Alfonso Montero, a la derecha, junto con más miembros de la Asociación de Historia Villa Socuéllamos

Los archivos históricos, las parroquias o diócesis de la zona atesoran gran parte de la historia de los municipios manchegos. La digitalización ha permitido rescatar documentos que habían caído en el olvido.  “La labor investigadora se ha facilitado mucho con respecto a hace treinta o cuarenta años. Existe una continua digitalización de los archivos que hace que rebroten documentos muy importantes, que, aunque estaban ocultos, pueden cambiar de una manera más o menos significativa la historia de los pueblos. Hay un dicho que dice que la historia nunca para, por eso siempre hay cuestiones por descubrir. De la misma manera, es necesaria la capacidad de comunicarlo a través de las redes sociales, por ejemplo. Esto supone hacer partícipe a las personas de la historia, una historia que es común.”, explica Montero.

Periódico el Pueblo Manchego 1925
Periódico el Pueblo Manchego 1925

“El tiempo siempre corre en contra de la documentación, cuantos más años pasan más fácil es que se pierda la información que no está catalogada, ni clasificada. La comarca de La Mancha, al igual que otros territorios, ha sufrido las consecuencias de las guerras, lo que supone una cuantiosa pérdida de información. Pero en Socuéllamos tenemos dos grandes ventajas: el archivo municipal y el parroquial, que afortunadamente se han mantenido a lo largo de más de 500 años”, recalca el investigador local a Nación Mancha.

La actividad vinícola y la llegada del ferrocarril son acontecimientos claves para comprender la historia de la comarca manchega, y objeto de estudios para esta asociación. Montero destaca que “en 1855 se crea la línea Madrid-Alicante, la primera gran línea ferroviaria. Este acontecimiento unido al desabastecimiento del mercado del vino internacional, por la crisis de la filoxera del viñedo francés, impulsa la producción y exportación de vino manchego. Socuéllamos se convierte en un pueblo industrial basado en la actividad bodeguera que cobra una gran importancia. Asimismo, el sector vinícola contribuye para que nuestro municipio aumente considerablemente su población”.

 

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