Iván Olmedo, alcalde de Arenales de San Gregorio: “Queremos que haya una alternativa al campo”

Arenales de San Gregorio es un municipio de la provincia de Ciudad Real con alrededor de 600 habitantes. En el pasado fue un EATIM (Entidad de ámbito territorial inferior al municipio) que dependía de Campo de Criptana, pero en el año 1999, a las puertas del nuevo siglo, se independizaron y comenzaron a gestionarse de manera autónoma. Han pasado ya más de trece años desde esa efeméride e Iván Olmedo, su alcalde, se siente orgulloso de haber construido su vida en Arenales de San Gregorio y de poder luchar en primera línea para seguir haciendo crecer el municipio.

¿Cómo llegaste al consistorio y por qué decides presentarte a alcalde?

Cuando me presenté iba como número dos acompañando a Ángel Ortiz, nuestro antiguo alcalde que por desgracia falleció por la ELA. Yo era concejal y en el 2015 lo que hago es coger su testigo y me pongo de alcalde, él fallece a los pocos meses de haber tomado yo la alcaldía. En las últimas elecciones locales me presento como número uno de la lista y volvemos a ser elegidos.

En los pueblos pequeños entras en política porque te gusta mucho tu pueblo y quieres intentar hacer cosas para que avance, porque nosotros aquí en Arenales de San Gregorio no tenemos sueldo ni ningún tipo de remuneración económica; entonces te presentas y lo haces porque te gusta tu pueblo y quieres dedicar tu tiempo a ello. A mí siempre me ha gustado y desde los 18 años que fui mayor de edad entré en varias asociaciones, conocí a mucha gente y te pica el gusanillo de querer colaborar y hacer cosas. Cuando terminé mi carrera en historia regresé al pueblo y me planteé una vida aquí, tenemos un estanco que es un negocio familiar y cuando se jubiló mi padre me hice cargo del negocio y aquí sigo, viviendo en Arenales, trabajando en mi negocio y para el pueblo.

Mucha gente joven estudia, se va del pueblo y fomenta uno de los grandes problemas de la España rural: la despoblación. Tú decidiste estudiar fuera y volver a tu pueblo, ¿por qué tomas esa decisión?

Yo comparaba y decía: ¿qué hago, me voy a una ciudad a buscarme un trabajo que no sé qué es lo que voy a encontrar, aunque tengamos la formación suficiente y demás? Pues a mí siempre me ha gustado mi pueblo, aunque estaba estudiando fuera venía muy habitualmente, colaboraba aquí en la vida local y decido que lo mejor es estar en casa y trabajar aquí.

Arenales también tiene una particularidad y es que, al ser un pueblo pequeño pero que está en la comarca de La Mancha, estamos rodeados por pueblos grandes, pues la gente joven suele trabajar por alrededor pero se queda aquí a vivir porque la vivienda es más barata, tienes la casa de tus padres o de tus abuelos, un terreno… en fin, es más económico y la gente apuesta por quedarse aquí aunque no tenga su puesto de trabajo en el pueblo.

Desde tu entrada en el ayuntamiento, ¿cómo ha sido la evolución del pueblo en estos años?

 Como se suele decir: poco a poco. Hemos ido dando pasitos y poco a poco vamos avanzando. El Arenales que conocíamos desde que comenzó la democracia hasta ahora ha ido cambiando, es verdad que en la etapa de los compañeros anteriores del partido socialista se hicieron bastantes cosas. Podemos decir que ha sido un progreso continuo, haya estado un partido u otro Arenales ha ido avanzando: hemos ido dando más servicios, hemos ampliado instalaciones, hemos ido arreglando y modernizando cosas que ya teníamos… se va avanzando.

¿Problema? El de siempre, hay poca financiación y es mucho más complicado avanzar en las zonas rurales que quizás en una ciudad que tenga más presupuesto o pueda conseguir más industria.

El espíritu de progresar lo tenéis porque Arenales de San Gregorio comenzó siendo una EATIM de Campo de Criptana y os independizasteis en 1999. ¿Hay vocación por hacer seguir creciendo el pueblo?

 Siempre ha existido esa idea de ir creciendo. Con Campo de Criptana hemos tenido siempre una relación extraordinaria de todos los partidos y todas las corporaciones, nosotros teníamos más capacidad para decidir cosas, pero al final siempre dependíamos de la decisión de Campo de Criptana. No teníamos la independencia para apostar por lo que queríamos porque nos los tenía que aprobar Campo de Criptana y que entrase dentro de sus presupuestos. En ese aspecto se trabajó mucho y la idea de independizarse fue totalmente mayoritaria por no decir unánime, siempre bajo la idea de poder tomar nuestras propias decisiones.

No fue una separación traumática ni de malas maneras, al contrario. La gente de Campo de Criptana colaboró con todo para poder conseguir que Arenales de San Gregorio fuese nombrado como pueblo. Fue una cosa totalmente consensuada porque Campo de Criptana se podía haber negado, pero desde que se planteó el proyecto colaboraron al 100% para que saliese adelante.

¿Cómo se gestionan los recursos en un pueblo pequeño?

La complicación principal se basa en dos aspectos: el económico, porque tenemos un presupuesto muy cogido, hay una pequeña deuda que tenemos que ir amortizando, y eso te lastra mucho porque todo depende de subvenciones, entonces en cuanto hay un poquito de subida como este año el tema de la luz, los combustibles, el IPC… nos descuadra totalmente el presupuesto y tienes que hacer de nuevo cuentas y recortar de algunos sitios para poder llegar a lo fundamental que son los servicios sociales y los servicios públicos esenciales, para eso hay que tener que dejar de lado otras cosas secundarias; el otro problema es el tema del personal, cada vez hay más burocracia, hace falta más labor administrativa y tenemos lo que tenemos, no llegamos. En el trabajo del día a día, de la calle y demás, nos vamos apañando con los planes de empleo, pero cuando te pillan épocas en las que no tienes a nadie pues tenemos a dos personas en plantilla con las que es muy complicado llegar a todo. Nos gustaría hacer más cosas, pero no tenemos a la gente suficiente para cubrir todo.

¿Qué piden los vecinos, cuáles son las principales preocupaciones que hay en el pueblo?

 La gente ahora mismo lo que más le preocupa es el tema agrícola, porque vivimos principalmente del campo. Los precios, la situación meteorológica, la sequía y el nivel de producción actual son las principales preocupaciones porque repercute en la economía de todos.

Hay otros temas que creo que cubrimos bastante bien como la educación o la cultura con una Universidad Popular que tenemos bastante potente. En el tema de los servicios sociales cada vez hay más necesidades, sobre todo porque tenemos una población mayor y hay que trabajar mucho en ese aspecto. En el pueblo tenemos una trabajadora social que es muy buena y unos servicios sociales que, en colaboración con la junta, funcionan bastante bien. Llevamos casi un año con el tema de la comida a domicilio y está funcionando muy bien, hay incluso lista de espera. Poco a poco se van cubriendo muchas necesidades y cubriendo estas necesidades evitas por ejemplo que la gente mayor que se encuentra bien tenga que abandonar sus casas para ir a una residencia.

La vida cultural del pueblo es algo que valoran mucho los habitantes, ¿cómo gestionáis esa parte?

 Bastante bien, porque a la gente le gusta mucho y colabora. Hay una serie de cursos que funcionan muy bien, tienen mucha gente. El asociacionismo funciona en el pueblo y tenemos ejemplos como el AMPA del colegio, la Asociación de Amas de Casa, las hermandades, la Peña deportiva… para ser un pueblo pequeño hay mucho movimiento en ese aspecto. Después de la pandemia la gente tenía muchas ganas de salir, ahora haces cualquier cosa y llenas.

¿Cómo gestionaste la época del COVID?

 Ha sido súper difícil porque al principio nadie sabía como era esto. La gestión fue muy local, diputación ayudó en lo que pudo, pero nosotros tuvimos que buscar guantes, mascarillas, movernos a nivel local para que nuestros trabajadores tuviesen dotaciones para poder seguir dando los servicios. Tengo que decir que el pueblo respetó las normas muchísimo, todo lo que se iba diciendo se iba cumpliendo y no hubo ningún problema en ningún momento de que alguien se saltase alguna norma y hubiese problemas de convivencia. Nosotros tenemos una app local a través de la que informábamos todo y nos encargábamos de publicar todas las novedades que había desde el Gobierno, así conseguíamos informar de todo a los establecimientos públicos y a los vecinos. A mí me sorprendió mucho, siempre confías en tu gente, pero que no hubiese ningún problema, que todo el mundo lo cumpliese al 100%, me sorprendió mucho.

Lo que más nos costó fue encontrar la protección para la gente de ayuda a domicilio, porque ellos no dejaron de trabajar nunca y era muy complicado encontrar los materiales para protegerles.

¿Cómo ha sido la recuperación del pueblo?

La gente ya ha vuelto al 100% y la verdad es que está funcionando como funcionaba antes de la pandemia, tanto a nivel económico como a nivel social. Tengo que decir que tenemos un médico que es una maravilla, es un chaval joven que lleva con nosotros tres años, y ha llevado un control de la gente estupendo y toda la gente le ha hecho caso en las recomendaciones que ha hecho.

Has mencionado que en el pueblo tenéis una app, ¿cómo funciona?

 Es una app que se llama “Bandomovil” y está en muchos sitios, lo que pasa que cada pueblo tiene que gestionar la suya. Es una aplicación local que te llega como un mensaje de texto o una notificación, que puede incluir vídeos y fotografías, y a través de ella informamos de todo lo que va pasando a nivel local. La gestionamos desde el ayuntamiento, pero a través de ella también comunicamos las actividades que organizan las asociaciones, por lo que sirve para que todo Arenales esté enterado de todo lo que sucede en el pueblo.

¿Cuáles son los principales problemas del pueblo?

 Ahora mismo lo que nosotros vemos fundamental y en lo que tenemos que trabajar es que haya una alternativa al campo. Queremos que el campo sea lo principal porque todos vivimos de él y no queremos que se pierda, al contrario, cada vez hay más jóvenes que trabajan en él, pero queremos fomentar esa labor industrial. Nosotros tenemos un polígono y queremos traer industria, aunque también tenga que ver con la agricultura, pero que sea algo distinto. Para fomentar esta idea hemos puesto las parcelas del polígono al precio mínimo que nos marca la ley, y porque no nos dejan regalarlas, así intentamos atraer empresas pidiéndoles que den trabajo a gente de Arenales y que se puedan establecer aquí. Mucha gente pregunta por las parcelas, sobre todo desde que se arregló la carretera que nos une con Campo de Criptana y Tomelloso, pero la situación está como está y la gente mira mucho los números. Pero ahora mismo estamos fundamentados en esa alternativa al campo trabajando mucho en que la gente se quede y que, aunque trabajen fuera, se queden aquí porque vean atractivo el pueblo.

Estamos consiguiendo que venga gente de fuera a vivir aquí. Llevamos desde que terminó la pandemia notando que cada vez más gente viene a vivir aquí. Teníamos diez casas de protección oficial que se han vendido, tres a jóvenes de Arenales y las otras siete a familias de fuera que han apostado por un futuro en nuestro pueblo. Eso te dice algo, dice que es atractivo, que la gente lo conoce y que hay gente que apuesta por venirse aquí.

¿Cómo ves el pueblo en diez años?

Soy positivo porque veo que la gente apuesta por la zona rural, que hay más concienciación y hay que seguir insistiendo a los de arriba, en las esferas de la Junta de Comunidades, Junta de Gobierno y tal, que sigan apostando y de verdad nos creamos que queremos potenciar las zonas rurales, que no solo es poner fibra óptica y ya está, hay que hacer más cosas para hacer atractivas las zonas rurales. Si conseguimos que esto que están haciendo, como desde los grupos de desarrollo rural como Mancha Norte, que aquí están haciendo una labor extraordinaria. Si no fuera por ellos nosotros no hubiésemos podido hacer una obra que hemos hecho ahora muy importante, hemos cambiado todo el saneamiento del pueblo porque teníamos muchos problemas de atascos de agua y demás, y gracias a Mancha Norte hemos podido cambiarlo.

De verdad creo que las cosas van a ir a mejor porque esto no estaba como estaba antes hace diez o quince años, va a mejor, pero creo que podemos hacer mucho más y podemos ir más deprisa si apostamos realmente por eso.

Has hablado de Mancha Norte, ¿cómo de importante es para Arenales de San Gregorio formar parte de un grupo de acción local como este?

Para nosotros es fundamental. Siempre lo hemos considerado así y aquí nos han ayudado mucho, tanto al ayuntamiento como a los particulares y a gente que ha puesto su empresa y ha funcionado y sigue funcionando. Aunque sea cosa de poco, con que se creen un puesto de trabajo o dos, ya no es solo eso, también se establecen las familias, establecen al círculo más cercano y yo lo veo muy importante. Aquí siempre se ha apostado por ello, cuando gobernaban los compañeros del partido socialista fueron los que ofrecieron el ayuntamiento para que se instalasen aquí las oficinas, para que estuviesen aquí, y los demás lo hemos potenciado.

¿Crees que existe una cultura manchega?

Yo creo que sí, creo que la cultura manchega existe y las tradiciones tenemos que hacer todo lo posible por mantenerlas. Aquí se mantienen bastante bien, la fiesta del Mayo, el tema gastronómico, el tema de las fiestas populares… lo que nos identifica como manchegos en Arenales se conserva bastante bien. Es verdad que la gente joven, que no han vivido tan directamente estas tradiciones, tienen que verlas y vivirlas para que las podamos mantener y que ellos sigan con ellas. Nos hace falta llegar a las nuevas generaciones para que vean de donde venimos, lo importante que es y que no perdamos aquello que nos distingue.

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