José Manuel Ruiz es ingeniero de Telecomunicaciones, experto Universitario en Informática Educativa y Catedrático de enseñanzas medias en la asignatura de Tecnología Eléctrica. Ha publicado diversos artículos como el Artículo sobre Investigación Educativa (I Premio Provincial de Investigación e Innovación Educativa) en la Revista “Enseñanza Viva”. Formó parte del CEP de Alcázar de San Juan desde 1988 y recibió el I Premio Provincial de Investigación e Innovación (MEC Ciudad Real) en 1987 por el “Diseño y Construcción de un Equipo Didáctico basado en el Microprocesador para la Enseñanza de los Principios Básicos del Ordenador y Control Industrial en los niveles de F.P. y B.U.P.”. Y durante los seis últimos años colabora con el Área de Cultura de la Diputación Provincial de Ciudad Real en los Convenios Culturales, desarrollando conferencias en distintos pueblos de la provincia sobre distintos temas relacionados con la informática, educación, energía, y contaminación. Tiene un extenso currículum, es manchego y formador desde la base hasta la cúspide. Hoy, es protagonista en Nación Mancha.
En primer lugar, ¿cuáles son los valores del carácter manchego que más destacaría?
Con relación al valor más importante del carácter manchego en general, yo anotaría la honradez y la honestidad del manchego. Es una persona con palabra, que cumple con sus compromisos en general y su espíritu de sacrificio y de trabajo es notable. Destacaría esa capacidad de emprendimiento que existe y que hay que potenciarla en la actualidad. Otro punto importante, dado que La Mancha siempre ha sido una tierra de paso, y de fondas y de posadas, que han tenido a gala la hospitalidad y la amistad.
Desde su visión de investigador y formador, ¿cómo imagina el futuro de los jóvenes de esta tierra?
El futuro siempre debe ser y es prometedor. Otra cosa es cómo se enfoquen las distintas políticas a través de los distintos gobernantes que tengamos, pero es un futuro prometedor. Sobre todo, por una cosa muy importante: los jóvenes están cayendo en la idea de que realmente es necesario estar bien formado para poder integrarse en un campo laboral con éxito. La formación es fundamental, y el futuro es prometedor en cuanto los jóvenes sí que son conscientes de este aspecto. Otra cosa es quiénes toman las decisiones, y la pelota la tienen en el tejado los políticos y gobernantes, porque los responsables de las políticas económicas y sociales en este país son ellos. Ahí sí que creo que hay que apostar por ese desarrollo porque no vale con tener una juventud consciente de sus necesidades, sino unos medios que están en manos de nuestros gobernantes. Es también importante, de cara al futuro, establecer políticas que integren los territorios y que provoquen el desarrollo económico de una manera ordenada e igualitaria, porque la igualdad de oportunidades es fundamental. La Mancha es un territorio que tiene determinados núcleos más poblados e industrializados, pero hay otros territorios más abandonados. Y yo creo que, de cara al futuro, las nuevas generaciones deben reivindicar estas políticas que peritan integrar el territorio y que las infraestructuras y transportes lleguen a todos los rincones.
Y dentro de que los jóvenes son conscientes de la necesidad de formarse, creo que hay una cosa muy importante que ofrecerles para que se puedan quedar: apostar por la cualificación profesional de nuestra población trabajadora, y me refiero más concretamente a la FP. Hay una vieja aspiración que además creo que no es buena, que es que los jóvenes o estudiantes todos tienen que ir a una carrera universitaria para ostentar un puesto de responsabilidad en la cúspide de la pirámide de las empresas, y ahí hay un error. Tenemos poca vocación de ser profesionales, y lo digo porque yo he dado clase en un instituto de formación profesional y creo que, en España y especialmente en la región, es clave que se potencie la cualificación profesional. Y esto parte de tres bases: una procede de los propios jóvenes, que sean conscientes de esa necesidad; otra, del Ministerio o de la Consejería de la Junta; y, en tercer lugar, las empresas. Ese triángulo alumnos-instituciones-empresa debe ser la base en la que fomentar el desarrollo formativo real.
¿Qué sector es fundamental impulsar más en La Mancha?
La Mancha es un territorio en el que convergen dos grandes áreas, la agricultura y la industria, y ambas tienen que funcionar de forma paralela. No se puede pensar que todo tiene que ir enfocado a la industria o a la agricultura. No. Creo que son dos líneas que hay que desarrollarlas porque tenemos ventajas suficientes para ello.
¿Qué ventajas tiene La Mancha respecto a otros territorios?
¿Ventajas? Creo que especialmente no tenga. Precisamente hablando de la igualdad de oportunidades y de una política social que atienda a todas las comunidades, no tenemos por qué tener ventajas fuera de aquellas que el propio territorio nos da. Es decir, lo que sí que tenemos que tener son las mismas ventajas que tiene un estudiante universitario en Cataluña o el País Vasco: unas instalaciones adecuadas, una política de becas adecuada y una planificación de estudios de acuerdo con la demanda social que tiene el territorio. Todos deberíamos partir de las mismas posibilidades. De esa forma, en Castilla-La Mancha tenemos un campo que hay que trabaja e industrializar, para que produzca unos alimentos básicos; una industria muy importante que es totalmente novedosa, que es lo relacionado con las energías renovables, con parques fotovoltaicos o eólicos, y tenemos un papel muy importante en el territorio nacional porque disponemos de un territorio soleado y con mucho viento. En el tema de la cultura y el turismo, no podemos olvidarnos que somos conocidos en todo el mundo por Don Quijote, por Cervantes y por una serie de rincones que deberían ser potenciados turísticamente.
¿Qué mensaje lanzaría para las generaciones futuras manchegas?
Yo, como profesor, creo que es importante plantearle a la juventud un concepto clave: ¿Para qué nos formamos? ¿Para obtener un bien económico o un bien cultural y de progreso intelectual? Ese es un dilema que hay que saber entender y equilibrarlo, porque realmente uno puede estudiar una carrera, dedicarse a una cosa, y por afición a otra. No hay que confundir nunca con quién me voy a ganar yo el pan a qué es lo que realmente a mí me apasiona y me gusta. Formarse tiene esas dos vertientes: la primera es la posibilidad de integrarme en un mundo laboral; la segunda, la posibilidad de enriquecerme culturalmente. Ese es un mensaje muy importante que deben recibir los jóvenes: la importancia que tiene el uso racional y adecuado de las nuevas tecnologías.
José Manuel es un gran profesional que puede aportar mucho a las futuras generaciones, especialmente en cuanto a formación laboral relacionada con las tecnologías y los trabajos del futuro, como es la Robótica.
Es bien sabido que otro de los sectores que debería potenciarse más en Castilla la Mancha es el sector del turismo ya que mucha gente de otras comunidades desconoce los pueblos tan maravillosos que poseemos. Y una vez que visitan nuestra tierra, siempre les supone un gran descubrimiento, precisamente por esa falta de conocimiento acerca de nuestra tierra. Y desde luego, no se debe menospreciar la parte cultural y artística, sobre todo el folclore popular y sus bailes regionales que son las raíces que nos definen por excelencia. En mi opinión, todos estos campos deberían trabajarse más dentro del ámbito educativo.