A propósito de Clavileño

Por Jesús Cortés Campo

Con este evocador lema quiso el artista venezolano Genaro Bastardo bautizar la gran obra escultórica que recibe al visitante del espacio Quixote Box de Pedro Muñoz (Ciudad Real).

Pensada por el artista expresamente para el lugar donde esta expuesta, es de una belleza y riqueza únicas, tanto en estructura, forma y volumen, como en originalidad y alegoría.

Tan bien armada, tan bien plasmada, tan bien presentada, que detenerse ante ella debe ser más que obligación, un acto cotidiano. Porque para poder verla en esencia, en verdad, en toda su lógica y valor, hay que estar ante ella la gran parte de muchos ratos.

Como hiciese el propio Cervantes con El Quijote, Genaro Bastardo se inspiró en La Mancha, su tierra de adopción, para hacer de Clavileño una obra de arte manchega. Por ello en Clavileño vemos maderas y elementos vegetales cultivados en esta tierra, con manufacturas realizadas por artesanos de esta tierra. Hay también objetos de la vida cotidiana de los hogares manchegos, reutilizados por Genaro, con tal destreza que más parecen creados ex profeso para Clavileño que lo que realmente fueron, cosas de las casas y de las manos de nuestras abuelas y abuelos.

El Clavileño del Quixote Box es además del caballo que echa a volar en la imaginación de Don Quijote, una suerte de vigía y testigo de lo que es La Mancha dentro del devenir y la evolución de las tierras de este país de países que conocemos como España.

Como el Clavileño pedroteño, la propia tierra de La Mancha, pese a su volumen, belleza, originalidad y millones de cualidades, pasa muchas veces desapercibida, tanto para el visitante como para el manchego que, como buen manchego, trata mejor al de fuera que al de casa.

Detente a ver La Mancha y detente a ver a nuestro particular Clavileño. Seas de donde seas, pero más si eres manchego.

Nadie ha regalado nunca nada a La Mancha, que ha visto como los caminos del progreso la atravesaban sin dejar más que sitio a la breve parada.

Ahora que alcanzamos a comprender esto ¿no merece la pena detenerse “A propósito de Clavileño”?

1 comentario en “A propósito de Clavileño”

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