Por Marta Fernández Cobo, Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y natural de Pedro Muñoz.
¿Quién no ha fantaseado alguna vez con la idea de que un día le toque la lotería? Rico de repente y, si no rico, al menos con posibles que hagan el camino más transitable. Pues bien, a quienes somos o vivimos en La Mancha ya nos ha tocado la lotería. Pero claro, como indica Álex Rovira en su libro La buena suerte, “tú eres la causa de tu buena suerte”, el entorno, en este caso, la facilita, pero las circunstancias hay que crearlas.
Qué imagen tan bucólica la de la Toscana, con sus vendimias, sus viñedos, sus aceites, su sol y sus turistas… Pues bien, La Mancha forma parte de la mayor extensión de viñedo del mundo, y la segunda en olivar de España por detrás de Andalucía. Y qué no decir de sus productos diferenciales, como son sus vinos, quesos y cordero manchegos, por poner algunos ejemplos, sus humedales, su ruta de Quijote, sus molinos, sus Bombos… hay tanto por decir y por conocer…
Todos ellos son pilares fundamentales del entramado económico, social y cultural de sus pueblos, aquejados desde hace décadas del éxodo rural en busca de nuevas oportunidades. Lo que no es sinónimo de pérdida de identidad.
De hecho, la realidad, empujada por la pandemia, está volviendo a poner en el mapa de los deseos a nuestros pueblos. Y cada vez son más quienes anhelan regresar cerca de los suyos, porque volver al origen reconforta.
El teletrabajo, para quienes pueden disfrutar de él, ha facilitado esta posibilidad. Ahora bien, seguimos en tiempos de pandemia, y no sabemos si esta posibilidad tendrá cabida en la normalidad pospandemia.
El fin de los cierres perimetrales abre de nuevo la posibilidad de viajar y descubrir nuevos rincones, quizás ahora incluso con más ganas que antes.
Y aquí está el trabajo de preparación y anticipación en el que están trabajando ya nuestros municipios y sus entidades. Poner en valor todo su potencial configurando un catálogo de nuevas oportunidades laborales ligadas a su historia, cultura, patrimonio y gastronomía, entre otros aspectos para, desde ahí, revitalizar y crear esas circunstancias, que decía Alex Rovira, que posicionen y visibilicen la verdadera identidad y potencial de los pueblos de La Mancha.
